Dado
83%
mientras conducía un
Skoda Fabia 1.4
(185/65 R14 T) en
mostly town
por 6,000
easy going millas
Estos neumáticos son un experimento que hasta ahora ha dado mucho resultado. Los Firestone F590 originales funcionaron bien en condiciones secas y cálidas, y aceptables en condiciones húmedas y cálidas, pero en cuanto bajaron las temperaturas, el agarre se redujo notablemente y, en condiciones invernales, el coche prácticamente no se podía conducir con ningún grado de confianza.
De ahí el experimento de adaptar neumáticos de invierno de Europa central y utilizarlos durante todo el año, ya que el kilometraje es bajo y el coche tiene poca potencia y el conductor habitual lo conduce con bastante cuidado.
El comentario de este conductor, que nunca antes había tenido experiencia con neumáticos de invierno, es que el vehículo se ha transformado en el invierno 2009/2010 y ya no teme el viaje de ida y vuelta al trabajo.
Mi comentario, ya que he utilizado neumáticos de invierno durante muchos años, es que estos neumáticos relativamente económicos han superado todas las expectativas y, en una medición de costo/beneficio, son aún más sobresalientes.
Como es habitual en los neumáticos de invierno, durante los primeros cientos de kilómetros sobre asfalto limpio, especialmente cálido y húmedo, el agarre es muy bajo. Una vez que los neumáticos se han asentado, el agarre es increíble en todos los sentidos. Sobre asfalto frío y seco a 0 °C, el agarre es tal que sé que mis Michelin, más caros, se habrían soltado antes. Y más aún sobre asfalto frío y húmedo.
En la nieve, los neumáticos siguen siendo buenos, quizás no tan buenos como un neumático específico para hielo y nieve, pero lo suficientemente buenos para circular, avanzar, detenerse y tomar curvas sobre nieve, hielo con surcos o aguanieve. El hielo liso reduce mucho el agarre, como ocurre con cualquier neumático sin clavos, pero aun así el coche sigue siendo muy manejable en carreteras que no se han espolvoreado durante semanas y con hielo pulido en las curvas. Los Firestone originales, incluso si hubieran llegado a las curvas heladas, no habrían podido superarlo a más de 1 o 2 mph.
Los neumáticos todavía están en el coche después del verano. Los delanteros se han desgastado muy poco según las mediciones, y los traseros no tienen un desgaste medible. Los bordes de los tacos todavía parecen afilados y será interesante ver cómo se comportan en una segunda temporada de invierno.
Buenos neumáticos para un vehículo de bajas prestaciones, totalmente recomendables.